La sexualidad como parte de la conducta humana es un fenómeno complejo que involucra factores fisiológicos y psicológicos.
En particular, la sexualidad femenina abarca la identidad y la función sexual y las relaciones sexuales que se modulan a lo largo de la vida por diversos factores, incluyendo eventos de la vida y aquellos relacionados con la reproducción así como con la salud, las relaciones personales y las variables socioculturales.
El término “disfunción sexual” engloba una serie de síndromes en los que los procesos eróticos de la respuesta sexual resultan no deseables para el individuo o para el grupo social y que se presentan en forma persistente y recurrente.